Homenaje a Marco Tulio Bruni Celli, defensor de la democracia venezolana

Su militancia en Acción Democrática le haría vivir muy de cerca episodios decisivos en la forja del partido, tales como el 18 de octubre de 1945 y el posterior derrocamiento de Rómulo Gallegos, experiencias que quedarían plasmadas en sus numerosos ensayos históricos.

La militancia de Bruni Celli estuvo acompañada de certeras críticas, aquellas que pusieran en el tapete la necesaria transformación que el partido y la democracia venezolana requerían a comienzos de los años 80 del siglo XX. Igualmente fue defensor de la cogestión obrera y de la descentralización, preceptos que no siempre fueron bien recibidos desde el poder, por considerarse elementos disgregadores del Estado, pero que él consideraba pilares de una mejor democracia. Bruni Celli se asumía como un progresista, y actuaba en consecuencia. Firme defensor de la socialdemocracia y muy al tanto de sus avatares y transformaciones a nivel mundial, siempre trató de ajustar las tendencias globales a los ritmos locales. Ya en 1985, denunciaba el autocratismo que tomaba fuerza en Acción Democrática y el país: “Estar en desacuerdo con decisiones, proposiciones o puntos de vista de otros no solo es posible, sino también deseable y necesario para la buena marcha, la unidad y la evolución de las organizaciones políticas modernas”.

Entre su experiencia política y diplomática también podemos decir que presidió la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) y fue Embajador de Venezuela ante las Naciones Unidad y ante el gobierno de la antigua Yugoslavia. Asimismo, se desempeñó como Diputado en el Congreso Nacional por el Estado Lara en tres períodos.

Vale destacar que Marco Tulio Bruni Celli fue un activo colaborador del Ildis FES Venezuela, al igual que de la Revista Nueva Sociedad, eje fundamental del debate socialdemócrata a nivel regional y mundial, donde en 1984 publicó el artículo “Pluralismo ideológico y cogestión obrera”.